Desenrollar
la masa de pizza, doblarle apenas los bordes hacia adentro y humedecer con un
poco de agua toda la masa. Llevar a horno caliente unos minutos hasta cocinar
un poco pero que la masa siga blanca.
Sacar
del horno, colocar la salsa de tomate y los quesos y volver a hornear hasta
dorar bien.
Cuando
sale del horno terminar con un chorrito de aceite de oliva y pimienta negra
recién molida.